Pocas cosas hay tan estúpidas como los estereotipos, especialmente aplicados al carácter de los pueblos: los alemanes son cuadriculados, los franceses sucios, los americanos tontos… Resulta obvio que nadie es por decreto como el resto de las personas con las que comparte el pasaporte. Ni siquiera si nos agrupan por comunidades o regiones los estereotipos se mantienen en pie: ni todos los andaluces son graciosines, ni los catalanes tacaños, ni los vascos brutos, ni los gallegos… lo que sean, que nadie lo sabe.
Pero sí hay algo que está en el interior más profundo y oscuro de la personalidad española. Algo que nos diferencia de nórdicos y centro-europeos; incluso de los estrafalarios anglos. Algo que nos define como nación y que va unido a nosotros sin podernos desprender de su pelaje.
La corrupción y, sobre todo, la normalidad asociada a ella.
Que pueda haber un político corrupto, o un grupo de ellos, es común en todos los países civilizados. Siempre se da el caso y resulta noticia, aun en los países más avanzados socialmente como los escandinavos. Ese político surge, se beneficia, se aprovecha un tiempo y luego pasa a manos de la justicia ante la que rinde cuentas.
También hay, por descontado, organizaciones criminales que se enriquecen a costa de los ciudadanos y que medran comprando a agentes de la justicia. Durante un tiempo.
Pero en España no es así. España está corrompida hasta la médula. No hay un político corrupto; ni un grupito de ellos. Lo normal y natural, lo cotidiano en nuestro país, es que cualquier persona que esté circunstancialmente en un puesto de poder se beneficie él y sus adjuntos (familiares, amigos, compinches) de las prerrogativas y ventajas que facilita el cargo. El dinero público sólo sirve para el enriquecimiento personal, nunca para el beneficio de los ciudadanos que lo han aportado para sufragar los gastos comunes que conlleva vivir en un país. Y ese dinero público nunca es suficiente. El que roba un millón no se contenta nunca. No se retira y hace como que ya ha pasado todo: aún quiere más, mucho más, infinitamente más. Y todo su empeño y resolución, su escasa o media inteligencia y todos los recursos públicos a su mando se emplearán en enredar, tergiversar, ocultar y manipular todo lo que sea necesario para que esa fuente inagotable de dinero, poder y maldad siga perpetuándose a su alrededor.
Pero no acaba ahí la idiosincrasia española. Lo PEOR de mi país es que ESO ES NORMAL. Es lo que hay que hacer, lo que se espera, lo que todo el mundo hace en su pequeño nicho de poder. Es así y cada uno lo repetirá en la medida de sus posibilidades en todos los ámbitos de la vida.
Si le cuentas a un sueco que te llevas los CDs, los tacos de 500 hojas de DIN-A4 y el material de oficina de tu empresa a tu casa, incluso aunque no lo necesites, simplemente no te podrá creer. Es algo que se le escapa al entendimiento. Si alguien se presenta a las elecciones municipales en un pequeño pueblo de EE.UU. (un país que detesto), trabajará para la comunidad y llevará a cabo mejoras en la localidad; mientras que en España si alguien lo hace es para recalificar sus terrenos, negociar un chanchullo con una empresa que le ha sobornado para obtener permiso para llevar a cabo algo ilegal y dañino o, si bajamos a pequeñas aldeas en las que apenas puede haber beneficio económico, para asfaltar su propia calle, llevar agua y luz a una caseta que tiene en una huerta cercana o convertir unas eras familiares en terreno urbanizable.
Y aquí estamos hablado no de una casta política corrupta, sino de la gente común, en su día a día. Cuarenta y siete millones de corruptos que se saltarán siempre la ley en su favor y que sólo apelarán a ella cuando las corruptelas de los demás los perjudiquen.
Los hechos que han sucedido en España durante las últimas décadas (el segundo gobierno de Aznar fue tan nefasto que, como dice el refrán de aquellos barros estos lodos) son tan infames, tan bochornosos, tan tremebundos que no puedo sino renegar de mi nacionalidad. Ser español nunca ha sido plato de gusto, pero ahora ya es un título tan vergonzoso que he decidido cambiar de nacionalidad en cuanto pueda y no perjudique a mi familia.
El comportamiento de los políticos del Partido Popular estas décadas ha sido de tal perjuicio a nuestra nación que no creo que pueda, no ya curarse la herida sino ni siquiera remendarse. Desde los municipios y las comunidades autónomas han establecido un saqueo concienzudo y sistemático a los ciudadanos (que aún así los jaleaban y seguían votando sus candidaturas). Han esquilmado las arcas públicas. Han establecido una mafia de adjudicaciones y compadreos con las empresas. Han normalizado lo demencial y lo criminal. Han destruido mi país. Posiblemente para siempre.
Cuando tenemos una monarquía corrupta dedicada a esquilmar y a derrochar. Cuando tenemos una casta política mafiosa (incluyo aquí a los del PSOE y a los nacionalistas catalanes). Cuando los jueces son elegidos por los partidos políticos en función de sus tendencias. Cuando cualquier juez que pretenda investigar algo relacionado con los tejemanejes es procesado por las causas más peregrinas y alejado para siempre de la judicatura. Cuando las Cajas de Ahorro se han usado para jugar al Monopoly con verdaderas mafias urbanísticas. Cuando se han llevado el dinero público en bolsas de basura y en carretillas. Cuando los medios de comunicación manipulan y son piezas de guerra entre los poderosos.
Cuando los ciudadanos aceptamos todo esto y no hacemos nada. Porque, en el fondo, creemos que esto es así y así ha sido siempre y así tiene que ser. Y es que si tú estuvieras harías igual…
España me hace vomitar. Odio profundamente ser español.
Y ahora, con la cantinela rusa de Kalinka…
Yo no soy español, español, español…
¿Y qué país te aceptará como súbdito? ¿Beta romanescu? 😀 😀
Me niego a creer que todos los españoles / seres humanos sean iguales. Y aunque en otros entornos civilizados haya casos peores (basta mirar a Italia con Berlusconi) eso no es excusa. Mentir en la declaración de hacienda, cobrar sin IVA o directamente trabajar sin contrato son el pan nuestro de cada día entre el españolito de a pie -muchos se vanaglorian de hacerlo-, y esto es sólo menudeo comparado con lo que se hace desde la Carrera de San Jerónimo escudándose en la patente de Corso que les otorga una mayoría en las urnas. Deprimente y deplorable.
Zerolito mamón ¿cuanto te has llevado de mis pantacas raidlight?
Estoy jodido, coincido con Yoku.
Sí que hay gente honrada. Muy poca, eso es cierto, pero alguna hay. Por cierto, ¿no será otro estereotipo que aquí somos más chorizos que ninguno otro habitante del mundo? Porque los alemanes dicen que también roban bien.
Bueno, si conocieras a algún psicólogo, seguro que te dice que este desahogo te habrá ayudado mucho a gestionar la indignación que te posee 🙂
Por desgracia, creo que tienes mucha razón. Somos un país donde cada fontanero que visita una casa pregunta como lo más normal, «¿Sin factura, no? Es que sino, le cobro un 21% mas» Y el cliente, por supuesto, acepta en casi el 100% de las veces. Si en casa nos portamos así, es irreal pensar que en el trabajo/cargo seamos muy distintos.
Los negocios aqui (y la politica) se hacen siempre vía «padrinos» y «contactos» en vez de vía concursos y oposiciones, como debiera ser. Lógicamente, si priorizamos la relación subjetiva al análisis objetivo de idoneidad/precio/condiciones, pues la corrupción es (casi) inevitable.
Si algo echo en falta en tu comentario, creo que te cebas en denunciar un partido en concreto, cuando creo que la corrupción de partidos está más o menos sujeta a escrutinio y acaba saliendo (Palau, Filesa, Barcenas, etc..) mientras que el caso de los CCOO-UGT, que manejan tanto o más poder y dinero (veanse las Cajas quebradas, en cuyos consejos de admon siempre estaban) suelen pasar sin denuncia.
He empezado diciendo que chorizos y corruptos los hay en todas partes, incluso en países idílicos como los escandinavos alguien meterá siempre la mano en la caja. Y en Noruega hubo un cabrón de mierda nazi que se cargó a un huevo de adolescentes. Sí, claro. La mierda existe. Pero es algo excepcional. Mi queja frente a España no es porque aquí haya más (que también) sino la normalidad con la que se vive este tipo de situaciones. Desde las facturas sin IVA (y su automática justificación: para que se lo lleven estos mangantes, no lo pago y punto), los enchufes de toda la vida (cuando hice la mili juro que al llegar a destino preguntaban uno a uno quién los había recomendado; yo fui el único tolili que no iba enchufado), las prebendas que vienen de oficio por un cargo (como ese hijo de puta que cargaba sus fines de semana en hoteles de lujo a cargo de la Justicia española ¡y encima lo defendía!) y en definitiva, lo hijos de mala madre que nos volvemos en cuanto tenemos una micra de «poder» (en el colegio, trabajo, deporte, donde sea…).
En cuanto a mi fijación por el PP, creo que cae por su propio peso puesto que se ha demostrado que no es un corrupto o un grupo de corruptos (como ha sucedido en otros partidos políticos: PSOE, CiU…) sino que responde a un plan sistemático de saqueo del país, organizado y respaldado por toda la cúpula directiva que ha convertido cada rincón de España en su coto de caza, de caciquismo y de depravación absoluta. Esto en un país decente se consideraría una organización criminal como la mafia o los cárteles. Y en los países aún más serios se los juzgaría por alta traición.
En cuanto a los sindicatos, los detesto. Cada vez que los veo con sus posturas, ropas y lenguaje trasnochado y vacío me recuerdan a la Falange. No lo puedo remediar.
Ya he dicho en otras ocasiones que mi odio absoluto hacia los políticos no repara en colores ni en logotipos: es generalizado y por aspersión.
Con respecto a mi nacionalidad, llevo años pensando que me gustaría pasar esta última parte de mi vida en Escocia. Llevo tiempo dando vueltas a la idea de afincarme allí. Creo que esas tierras duras y desoladas pegan bien con mi carácter solitario y helado. En cuanto se solucionen algunos temas personales creo que me iré allí. Y si por entonces ya es un país independiente de la pérfida Albión, miel sobre hojuelas.
Lamentablemente tienes razón en casi todo y resulta inutil negarlo, lo que si creo es que el hombre es así con independencia de su nacionalidad, no creo que en Escocia vivan millones de hombres justos ni en Expaña millones de chorizos, habrá de todo como en botica (bueno en botica han empezado las restricciones).
A mi me gusta ser español, lo que no me gusta es lo que veo ni lo que intuyo sin verlo y quizás tendríamos que levantarnos y arreglarlo, pero ¿por dónde empezar y cómo?, podríamos llamar al tipo ese que se pintaba la cara de azul y que venga a repartir un par de hostias.
En Escocia seguirías siendo español por mucho que no te gustase, y a lo mejor no les gustará tenerte por allí, ya sabes que los ingleses (de momento Escocia entra en el concepto) quieren salirse de Europa y cuando lo consigan serán tan intolerantes como lo han sido siempre aunque pongan cara de civilizados.
Joder Yoku, vuelve al foro aunque te hagas escocés.
Reconozco que en lo que a Scotland se refiere, tienes mucha razón. Estoy seguro que a los tres meses estaría allí de mala hostia con esa gente y quemando mi nuevo pasaporte. Pero lo bueno es que hay zonas inmensas en las que no hay nadie y me puedo atrincherar en los páramos de las Highlands, con los huevos colgando bajo mi kilt y rebanando con mi claymore gargantas de sucios ingleses que osaran acercarse a mis turberas a pretender cobrarme el IVA, el IBI y su puta madre.
Eso sí me mola, ya ves.
¡gensanta!, lo de ir con kilt si que debe molar, todo el mondongo al aire tan fresquito, anímate Fran y… ¡vuelve!
Sólo si me dejáis ir con el mondongo al fresco en toda ocasión y circunstancia.
La corrupción en España es sistémica. No pertenece a ninguna organización pero es de todas. Los partidos políticos se han convertido en agencias de colocación que se mantiene a base de financiación irregular. Cuanto más crece la organización, más crece la necesidad de financiación y cuando abandonan el poder y se cortan las vías de ingreso pues se recurre a la comisión, etc.. Como en España no se puede hacer un sólo negocio sin recurrir a la administración de turno……
Son todos, no dejes que te pueda la ideología que ese ha sido uno de los lastres que arrastramos. Hemos descontado la corrupción a la hora de votar porque consideramos que el rival también lo es.
Y sigue en tu cueva admirando tus fotos ajadas de Luci Liu y escuchando música de Björk.
Que siiiiiií, pesao, que los del PSOE también han hecho de las suyas.
Te equivocas con lo de mi ideología. Yo soy de izquierdas, por lo tanto los partidos de derecha (PSOE, PNV, Ciu, IU, ER…) me dan tanto asco como los de extrema derecha (PP, Batasunos,,,).
Es como los nazis, todos eran malos. Pero los de las SS eran todavía peores. Aquí lo mismo.
Y jamás he oído una canción de Björk.
Es la puta picaresca. En algún otro país existe acaso la figura del pícaro?
Si hasta hace bien poco estaba bien visto. Mirad El Buscón, El lazarillo…
Totalmente de acuerdo con el artículo
Estuve tentado a incluir esas referencias. Es tan nuestro que supongo que tiene que ver algo que sucedió en la historia de nuestro país tras la caída del imperio romano. Alguna particularidad del sistema feudal, o de la cultura islámica mezclada con él.
Por eso creo que forma parte de nuestra cultura, más que los toros, la siesta, las sevillanas y la «paela».
Por cierto aparte de todo el asco de estos días ¿Que opinas sobre la «nueva» serie de Luci Lu? El otro día vi el primer capitulo pero necesito alguno más para formar mejor la opinión. Esperaba una refernecia tuya por el foro 😉
Mi pasión por Miss Liu está muy sobrevalorada. Yo sólo he dicho en alguna ocasión que me gustan las mujeres exóticas que son muy diferentes a mí, por aquello de la diversidad del pool genético :P. No he seguido su trayectoria artística: sólo la vi en dos o tres episodios de la infumable Allie McBeal y en el volumen 1 de Kill Bill. No sé más de ella.
No sé. No te dejas datos y llevas más razón que un santo. Como diría Alix en twitter #eresejapñol si …aunque luego falta saber darle el sentido a lo que escribe.
Un abrazo buey. (digo que estarás engordando, no?)
No. Yo estoy como siempre: 70 kilogramos masa con una desviación de +-4 kg.
O sea, god.dito 🙂
Sí, god.dito por no decir trozo-de-manteca-con-patas; pero tú y yo conocemos a cienes de individuos más bajitos que yo y con 15 kg más que se atrincherarán en posturas indefendibles argumentando que ellos están fuertes y esbeltos.
Y que yo soy una piltrafilla que debería embaular panceta en vez de romanescu…
Tanta razón llevas.
Te recomiendo via El Comidista, hierbas aromáticas:
parte 1:http://blogs.elpais.com/el-comidista/2013/02/hierbas-aromaticas-manual-de-instrucciones-1-parte.html
parte 2: http://blogs.elpais.com/el-comidista/2013/02/hierbas-aromaticas-manual-de-instrucciones-2-parte.html
ciao bambino
¡Más razón que un santo!