Mira que se lo había dicho. Pero no me han hecho el menor caso. Pink Floyd, o lo poco que queda de ellos (David Gilmour y Nick Mason) han decidido sacar un nuevo disco que ni tiene sentido ni debería ver la luz. Lo han titulado con el hermoso nombre de The Endless River, penúltimo verso de la última canción del último disco que editaron. Bello verso de bellísima canción de maravilloso disco. Pero ese último e inolvidable tema, High Hopes, cerraba el ciclo que llevó a varias generaciones desde los años 60 a finales de los 90.
The endless river
Forever and ever…
Y ahí, en todo lo alto, los caballeros salimos de la habitación para no volver; con una media sonrisa un puntito chulesca y sin mirar atrás.
Contaban con mucho material inédito durante la grabación de The Division Bell, con Rick Wright todavía vivo y en forma pletórica. Y han decidido utilizarlo y completarlo para salir con un doble disco y toda la parafernalia: vinilos, box de lujo, material añadido…vamos, negocio redondo. Miedo me da…
Así que voy a tirar de cajón y os traigo una de esas canciones olvidadas y «malas» de mi grupo favorito. Porque en esas canciones poco conocidas hay auténticas joyas que han marcado mi vida y la de millones de privilegiados que hemos compartido tiempo y lugar con Pink Floyd.
Y quién no ha dicho alguna vez eso de «Quédate»… siempre con poco resultado.
Stay, del álbum Obscured by Clouds.
Stay and help me to end the day.
And if you don’t mind,
We’ll break a bottle of wine.
Stick around and maybe we’ll put one down,
cause I wanna find what lies behind those eyes.
Midnight blue burning gold.
A yellow moon is growing cold.
I rise, looking through my morning eyes,
Surprised to find you by my side.
Rack my brain to try to remember your name
To find the words to tell you good-bye.
Morning dues.
Newborn day.
Midnight blue turn to gray.
Midnight blue burning gold.
A yellow moon is growing cold.
Deja un comentario