Jesús se enfrenta en el breve plazo de un mes ante un reto nada fácil; en compañía de Carlos tratarán de conseguir su diploma de Supervivientes en una prueba de ultrafondo de montaña especialmente dura: el Maratón Alpino Madrileño (MAM), que con más de 44 km ascenderá y descenderá sin tregua por algunas de las montañas más altas de la Comunidad (Peñalara y Cabezas de Hierro entre otras).
La temporada de asfalto no permite demasiadas alegrías montaraces y se han presentado a un mes vista del MAM sin haber triscado por piedras como deberían. Jesús ha decidido dedicar todos los entrenos que pueda a recorrer tramos del maratón que se le viene encima para conocerlos, valorarlos y sentirse más cómodo al haberlos recorrido previamente. Y con estas premisas, y no sé muy bien cómo, me engañó para que lo acompañara en el primero de estos asaltos, aduciendo que su mujer no se quedaba tranquila si iba solo por estos andurriales. Y un servidor, que tiene más vicio que Amy Winehouse, no ha sabido negarse.
Entre las múltiples opciones que me presentó decidimos hacer un tramo duro por los desniveles que habría que subir y bajar: desde el Puerto de Navacerrada (1.860) ascender sin miramientos por el camino paralelo a una vertigionosa pista de esquí hacia la Bola del Mundo o Alto de las Guarramillas (2.257), visitando antes la Primera Guarramilla (2.178) y la Segunda ( 2.225) para seguir la cuerda pasando por el Collado de Guarramillas (2.158), Cerro de Valdemartín (2.272), Collado de Valdemartín (2.151) y ascender a Cabeza de Hierro Menor (2.374) a la que subirán en el MAM por los Tubos en un desnivel brutal y rompedor. La vuelta, similar a la que tendrán que hacer en junio, por el mismo camino.
A la hora acordada (13:00 más o menos, ejem) nos hemos encontrado en el parking del Puerto con la sorpresa añadida de la decisión de otra integrante de los Correpoco, Paloma, de apuntarse a la excursión previo paso por el Decathlón para adquirir los aditamentos necesarios para corretear… Cuesta creerlo, pero así es: ‘Oye, que me voy a triscar por las montañas’; ‘Espera, que compramos unas zapas, mallas, calcetines, camisetas, barritas y me apunto’. Había oído hablar de la compra por impulso, pero esto es carrera por impulso (previa compra).
Hemos empezado a tirar hacia arriba con la esperanza de poder corretear; y así lo hemos hecho hasta que hemos visto que avanzábamos igual de rápido andando.
La subida es dura y no da tregua, entre piedras sueltas y raíces de piorno muy traicioneras, pero hemos alcanzado la imagen de la virgen esquiadora de la Primera Guarramilla (2.178) sin apenas sudar. Me doy cuenta de que me voy a descontar un buen número de dosmiles de mi bobo proyecto coleccionista, y lo inmortalizo para que conste.
De aquí a la pista de asfalto es un paseo y ya podemos correr, con las antenas de televisión enfrente. A la izquierda hemos dejado la Segunda Guarramilla (2.225) y giramos a la izquierda al llegar al Alto de las Guarramillas (2.257) para tomar la cuerda que ya no soltaremos.
A la izquierda nos escoltan las feas pistas de Valdesquí, que son como cicatrices en la montaña, el Valle de la Angostura en el fondo y el macizo enorme de Peñalara al otro lado del valle. Por la derecha, el Valle de la Barranca, la Maliciosa y la Pedriza. Las vistas son en todo momento maravillosas a pesar de que el día está feo de luz por las nubes altas que apagan los colores y deslucen el soberbio lugar por el que tenemos el privilegio de trotiandar.
Un corredor fuerte y experto nos adelanta en solitario corriendo en un tramo en el que nosotros íbamos andando. Luego lo veríamos a la vuelta…
Desde el principio se perciben varias verdades fundamentales e insoslayables:
- Jesús está hecho un mulo; está fuerte y sube con energía. Su punto de forma aún tiene que mantenerse un mes.
- Si sube bien, lo de bajar es un don natural; en cuanto me paro a hacer una foto, lo pierdo de vista y me saca 100 metros.
- Paloma es posiblemente la más corremucho de los Correpoco. Se nota que tiene buenos genes.
- Yo estoy ya saturado de tantos kms este año; mi temporada ha terminado (muy bien) y noto el cansancio acumulado.
- Iba con zapas de asfalto y no es una buena opción. En muchos tramos se echa en falta una suela más dura, con mayor agarre y una zapatilla que estabilice más.
Paramos a hacer más fotos y vamos disfrutando del recorrido, sin agobiarnos en ningún momento: a los que les tocará agobiarse, apretar el culo y echar el resto son a Jesús y Carlos. Tras corretear por el Collado de Guarramillas (2.158) subimos al Cerro de Valdemartín (2.272) donde pongo el trípode para tener un recuerdo de los tres.
Nueva bajada a tumba abierta de ambos Correpoco hacia el Collado de Valdemartín (2.151) y ya sólo queda subir a la Cabeza de Hierro Menor, que vemos al fondo.
Al comenzar la subida nos cruzamos con el corredor que nos había adelantado al principio: viene completamente ensangrentado, con la nariz chorreando y con las manos cubiertas de sangre. Se ha caído en la zona de la cima y se ha dado de morros. Nos aseguramos que está bien, que no se marea, le damos agua (no llevaba ni agua, ni móvil, ni botiquín, ni nada), unas gasas para la nariz y sigue su camino bajo la atenta mirada de los buitres…
Los últimos metros de subida son por un canchal que nos obliga a saltar de piedra en piedra mientras buscamos un camino razonable. Tras un pequeño despiste encontramos un hito que nos lleva al senderillo correcto que nos acerca a la base del mogote final de Cabeza de Hierro Menor (2.374) donde nos hacemos unas fotos y tomamos unas barritas y geles repugnantes.
Personalmente me molan las fotos de las aventuras/carreras de la peña paquetil, a mi juicio son un buen elemento para intentar ponerse en la piel del personal.
Enhorabuena yoku por esos 7 dosmiles.
Iván.
Y mola ver las sonrisas de la peña. Entre tanta desgracia que hay a nuestro alrededor, reconforta ver que se puede disfrutar con tan poco, de una forma sencilla y sin artificios.
Que entrada más chula, me encantan las fotos , bueno y…. todo.
Al final me vais hacer subir por ahí arriba otro día..
te digo yo
Pues claro que te vamos a hacer subir por ahí, Lander. No lo dudes… Ahí se acaban todos los males.
… y empiezan los nuestros, Yoku. Como suba el Lander ahí nos corre a granitazos, te lo digo yo… :-O
Gracias por la compañía, por estar ahí, por dejarte liar, por compartir esos mágicos momentos, por las fotos y por todo, hala. Magnífica crónica de una estupenda mañana.
Ay, priiiimo, pillate unas Trabuco estas rebaaaajas (son como las 21×0, las bajan de 130 a 80edus siempre en Decathlon 😉 )
¡Qué duro es volver al triste asfalto después de una mañana así!
Ufff, calla, calla, que me ha picado el gusanillo y no sé en qué puede terminar todo esto…
Merci por vuestra compañía 🙂
Gracias Yoku por este documento, voy a guardarlo con mucho cariño.
Fué una mañana-tarde estupenda, me gustó mogollón, pero fuí muy consciente de lo duro que es, repetiré pero a lo mejor me lo pienso más……….
Cuidate y seguimos en contacto
Besos
Gracias a ti, Paloma. Jesús tiene más fotos en las que salís y algunas de las montañas sin “bichos”.
Hasta otra!
Preciosas fotos. Casi me arrepiento de no haber pedido un día en el trabajo y haberme ido con vosotros… Visto así el MAM hasta parece fácil… Necesito hablar con Jesús y mirarle a los ojos para ver confianza en ellos.
No va a ser nada fácil, Carlos. Aunque es cierto que paramos mucho por las fotos, gansadas y porque lo pedía el día, hicimos una media bruta de 4.51 km/h. Necesitáis una media de 5 para que no os echen a patadas.
Y cuando llevéis 30km por esos andurriales, no sé… os lo vais a tener que currar COMO NUNCA.
Eso sí, una vez seais supervivientes del MAM, el Olimpo es vuestro 🙂