La semana pasada salí con la cámara para hacer un rodaje que le debía a un amigo: me contó que quería ir con la bici por esos andurriales y quería saber si estaba el camino iluminado. Como la atención es selectiva, a pesar de haber corrido muchas veces por ahí, no supe decirle. Así que me lo hice enterito (22.12 km). Es un recorrido que hago a menudo, si bien en algunos tramos opto por buscar senderuelos en vez de tirar por la calle del medio –alumbrada– que es lo que hice este día para asegurarme de que así se lo encontraría el biciclista que se atreviera a adentrarse por ahí.
Las fotos no son una maravilla. La idea era tomarlas al buen tuntún, sin entretenerme. Luego las he pasado por algún programilla… unas más y otras menos.
Salgo desde Ciudad Lineal y comienzo a correr por la calle Hermanos García Noblejas. Son 2.4 km que tengo que hacer por aceras y con buena subida. Afortunadamente, no hay aglomeraciones humanas ni de coches y puedo ir a mi ritmo.
García Noblejas
Tras llegar a la rotonda de Alsacia, engancho el Anillo Ciclista en el km 15.900. Lo tengo más visto que el TBO.
Anillo Ciclista Las Rosas
Lo sigo en dirección al barrio de Moratalaz, eligiendo siempre el camino de tierra que corre paralelo al carril.
Moratalaz - Anillo Ciclista
A la izquierda queda el Parque Forestal Fuente Carrantona, de reciente apertura y horrendas cuestas, que hoy no visitaré.
Caminos de tierra bordean el carril bici. A la izquierda, el Parque Forestal Fuente Carrantona
Cruzamos la calle Doctor García Tapia, en la que los coches nunca respetan los semáforos. Y en pleno barrio de Moratalaz, la calle Brujas, encuentro a la izquierda un desvío que me permite cruzar la M-40.
Calle Brujas. Moratalaz.
Cruzo la horrorosa M-40 por un paso elevado. No puedo explicarme cómo a alguien le pueden gustar los coches.
Puente peatonal sobre la M-40
Al cruzar me encuentro un parquecillo que corre paralelo a la carretera. Yo suelo girar inmediatamente a la derecha y lanzarme por un senderillo que hace un par de toboganes, pegado a la calzada. Como la idea era ver si había alumbrado, sigo por el camino principal, con un carril asfaltado central y tierra a los lados.
- Parque paralelo a la M-40
Este carril llega a la Avenida Hacienda de Pavones, calle ancha que hay que cruzar igualmente si hubiéramos continuado por el Anillo Ciclista, que corre paralelo a donde vamos nosotros, pero al otro lado de la M-40. Desde Hacienda de Pavones se ve el Templo de los Santos del Último Día, ominoso nombre para una construcción muy peculiar que no pasa desapercibida y que luego veremos de nuevo a lo lejos.
Nuevo parquecillo
Aquí busco a la derecha un par de senderillos entre hierba y pinos muy agradables, que en dos o tres toboganes y una cuesta final me depositarán al final de este camino que elegí hoy, ya que es mucho más apropiado para bicicleta y está iluninado.
Ahora sólo queda seguir este buen camino de tierra apisonada. Al final ya vemos el entorno de Faunia.
Directo a Faunia
Nos encontramos en la Avenida de la Democracia. Nuevamente aquí hay que tener cuidado con los coches: era previsible que con un nombre así nadie la respetara.
Avda. de la Democracia
Desde aquí salen varias posibilidades. A la izquierda, sin cruzar, un carril nos lleva directos a Vicálvaro; también a la izquierda, pero cruzando, otro carril paralelo nos depositará en el mismo barrio (lo tomaré a la vuelta). Si cruzamos y seguimos de frente, entramos en el entorno de Faunia.
Perímetro de Faunia o jardines
Cruzamos la avenida, subimos una rampita y encontramos la opción de continuar por el senderillo que se intuye a la izquierda o seguir por la derecha por el amplio camino alumbrado. En esta ocasión iré por el principal y volveré por el sendero perimetral.
Parque entre Faunia y la M-40
El camino está en perfecto estado, incluso cuando llueve. Apisonado y frecuentado por corredores y paseantes. Me resulta una zona agradable.
Dos caminos discurren casi en paralelo por el parque.
Se aprecia que hay dos caminos principales en el parque, unidos aquí por una zona de aparatos de abdominales y espalderas. El de la izquierda está iluminado. El de la derecha no, y tiene unos desniveles muy interesantes. Va paralelo a unas huertas que bordean el ferrocarril. En una ocasión bajé hasta las mismas vías del tren corriendo. Me dio canguelo cruzarlas y continuar por la montañita que se ve al fondo.
Valdebernardo
El camino gira poco a poco a la izquierda y nos conduce a barrios nuevos, impersonales, pero es lo que se estila en nuestra ciudad. Al menos no hay tráfico y se va cómodo por aquí.
Intersección Faunia con Valdebernardo
En cuanto el camino se vuelve recto de nuevo llegamos a una carretera. Si seguimos de frente iríamos a la entrada de Faunia y al parking. Si giramos a la izquierda justo aquí, encontramos un senderillo que bordea todas las instalaciones y que tomaremos a la vuelta. Ahora, cruzamos esta calle para dirigirnos a un nuevo parque, de muy reciente creación.
Verja perimetral Parque Forestal de Valdebernardo
Esta verja roja delimita un parque grande y nuevo que han hecho en este barrio. Tiene una pirámide, un estanque, vivero forestal, campo de fútbol, pistas deportivas, de patinaje… y muchos senderos de tierra, madera y mixtos. Lo descubrí como descubro todo: tirando por ahí a ver qué encuentro.
Entrada por la pasarela
Lo más característico es esta pasarela de madera que cruza el estanque. Siempre entro por aquí, pero como está prohibido el paso de bicicletas por la madera, seguí por la verja para ver por dónde se podía atravesar.
Centro de Transfusiones. Al fondo los Santos del Último Día.
Con sólo seguir por la verja encuentras enseguida otra entrada apta para bicis. El edificio que se ve es el Centro de Transfusiones de la Comunidad de Madrid. Y al fondo de esta calle se ve el pináculo del Templo de la Secta Apocalíptica que hay en Moratalaz.
Pasarela y estanque.
Es agradable el estanque que han creado, bastante vivo en cuanto a flora y fauna. El cartel avisa de los terribles pesares que aguardan al que ose atravesarlo en bici.
Vista de Vicálvaro
Uno de los caminos que desciende por el parque presenta esta curiosa vista. Si no me equivoco, es la iglesia de Vicálvaro, su centro cuando era un pueblo.
Pirámide y escultura del Parque Forestal de Valdebernardo.
Bueno, ésta es la respuesta a la pregunta de dónde me encontraba el otro día. Como nadie quiso el premio, lo guardaré por si alguna vez lo necesito. Me da que se me pudrirá. A la pirámide se puede subir corriendo por un camino de madera.
Estanque.
No me quedo mucho por aquí; le doy unas cuantas vueltas para asegurarme de que está iluminado al atardecer y me dirijo de nuevo al estanque, para salir por donde he entrado. A veces salgo por la puerta que hay en el lado del Centro de Transfusiones, si no quiero volver por Faunia.
Pasarela... y tesoro.
Corro por esta pasarela de madera que me saca del recinto y me conduce de nuevo a Faunia. Sin saberlo, hace un par de días que me he enterado que hay un tesoro justo donde me hice la foto… en la intersección de este camino de madera con uno de pizarra. Pero ésa es otra historia y ya la contaré la semana que viene.
Senderillo en Faunia.
Vuelvo justo por donde he venido, pero en vez de regresar por los caminos de tierra, busco este mínimo sendero que me permite ir bordeando la valla de Faunia. Nunca hay nadie y es agradable.
Perímetro de Faunia.
Aunque cuando llueve se forman algunos tramos embarrados, el sendero está muy bien. Sólo se oye a los pajarillos y a los bichardos de Faunia.
Sendero solitario.
Nadie diría que esto es Madrid… pero lo es. De aquí salgo de nuevo a la Avenida de la Democracia y, sin cruzar, subo hacia la derecha en dirección al Centro de Transfusiones por un carril-bici asfasltado. Desde ese punto no se ve el gran edificio porque estamos en un bajo, pero aparece a las pocas zancadas.
Centro de Transfusiones. Avda. de la Democracia.
Aquí aparece. Ahora ya es todo subida y más subida hasta Vicálvaro. No suele haber nadie tampoco por este carril. Algún paseante con perro, a lo sumo.
Conexión Parque Valdebernardo con Avda. de la Democracia.
Una vez sobrepasado el Centro de Transfusiones nos encontramos con la verja roja que nos indica que estamos de nuevo en el Parque Forestal de Valdebernardo. A la derecha vemos la pirámide y la puerta que nos permite entrar y salir.
Gasolinera y senderillo.
Justo cuando vemos que se acaba la verja roja, podemos tirarnos a la derecha entre los matorrales y seguir por un senderillo, para evitar bordear por detrás la gasolinera de la prestigiosa marca Nisupu. Ahora sólo tenemos que continuar hasta llegar a Vicálvaro, girar a la derecha y meternos en el Parque de la Maceta.
Parque de la Maceta, Vicálvaro.
Hay unas pistas deportivas que bordeamos para enganchar con un nuevo parque, innominado y de reciente construcción, que sirve de puente entre éste y la Vicalvarada.
Contraluz en parque innominado
Aquí me permito siluetear el puente y las palmeras. Este parque es grande, tiene varias pistas multideporte y casi nunca hay nadie.
Estanque del parque innominado.
Aún está un poco desangelado, pero en unos años crecerán las plantas lo suficiente como para hacerlo agradable. Desde aquí puedo conectar con el Parque de la Vicalvarada y desde él, con el Parque Forestal de Vicálvaro… otro buen puñado de kilómetros y buenas cuestas.
Puente.
Hoy cruzaré los puentes sobre la R-3 y la M-40 para volver al barrio de las Rosas y enganchar con el Anillo Ciclista, a sólo 1 km de donde lo cogí al principio. Pero yo llevo 18 por lo menos.
Puente sobre la R-3
El primer puente sobre la radial nos deposita en otro parque que han hecho entre la R-3 y la M-40. Aquí sí que nunca hay nadie, excepto algún ciclista perdido.
Cómo cuesta a veces la vida...
Tras una importante cuesta, vuelvo al Anillo, y lo sigo a la derecha en dirección a la Peineta.
Sendero opcional al Anillo. Al fondo, la Peineta.
Siguiendo mi estilo, elijo siempre el senderillo en lugar del cemento o el asfalto. Aquí la cuesta se atraganta, pero es lo que tiene vivir en Madrid. En Amsterdam la cosa sería distinta.
Antes de llegar al puente ciclista sobre la M-40, por el que seguirá el Anillo cuando lo cierren de verdad y no sólo para la foto de los políticos, me desvío a la izquierda para seguir por diferentes parquecillos.
La Peineta.
Parece que el Atlético de Madrid ocupará esta zona. Muy suculenta oferta inmobiliaria le habrán entregado a su directiva para hacer el trueque. No tengo opinión, me da lo mismo. Yo he venido a correr.
De aquí engancho con el barrio de San Blas, y llego a su Junta Municipal, que tiene este curioso aspecto.
Junta Municipal de San Blas.
Y de aquí se empalma con el Parque del Paraíso, del que ya he hablado en otras ocasiones. Sólo hice una foto, en un cruce de caminos. Como ya sabemos, hay que ser precavido, porque alguno de ellos te lleva directamente al infierno.
Seis caminos en el Paraíso.
Desde este parque, engancho con el del Ajofrín, donde muchas veces estiro ayudándome de la vallita de colores de un parque infantil, desemboco en Hermanos García Noblejas, y de vuelta al hogar.
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