Por Darth Vader
Algo pasó, a día de hoy no se sabe con exactitud qué fue lo que pasó, pero grandes ciudades que presumían de ser invencibles cayeron una tras otra como fichas de dominó, algunos historiadores lo han calificado como un periodo de destrucción como no se ha conocido otro en la Historia.
A principios de siglo XII A.C. (Antes de Cristo) el Mediterráneo Oriental estaba dividido en varios espacios de influencia; por aquel entonces las fronteras no existían como las conocemos hoy en día, había muchos territorios vírgenes y espacios que hoy son eriales, por aquel entonces eran verdaderos vergeles.
Esa parte de la Historia (como ya existía la escritura ya no se llama Prehistoria) fue denominada Edad de Bronce, que como todos sabemos (ahora con el internet el saber lo tenemos más fácil) es la aleación de dos metales, cobre y estaño. Mientras el hierro, metal en el que está basada nuestra civilización actual, no es difícil de encontrar, el estaño y el cobre, en cambio, tienen sus peculiaridades, si bien se encuentra en todos los puntos de la tierra, no existen, salvo en determinados puntos, con la abundancia suficiente para su uso intensivo.
Esa dificultad en encontrar los materiales para fabricar el bronce, aunque no lo parezca, es buena, ya que te obliga a crear relaciones comerciales con otros lugares para poder conseguirlo; y así fue: la necesidad de fabricar bronce, aleación muy útil para la guerra y para la agricultura, provocó que una serie de pueblos asentados en las orillas del gran mar estrecharan relaciones comerciales y crecieran en riqueza.
En esa época surgen las ciudades-estado minoicas de Grecia, no confundirlas con las del periodo clásico, a las que nos referimos son las de la Ilíada y la Odisea, las de Ulises, Menelao, Agamenón, Áyax, Aquiles…..; la ciudad de Troya, aliada del Imperio Hitita; el propio Imperio Hitita, único poder capaz de inquietar al todo poderoso Egipto y la ciudad-estado de Ugarit, enclave aliado de Egipto y situado en la actual Siria.
Aunque ya se conocía la existencia del hierro, y la forma de fundirlo, no era aún utilizado porque para su fundición se necesitaba un horno con mucha más temperatura que para el bronce y aún no se controlaba la mezcla de carbono necesaria para que hierro dejara de ser dulce y se convirtiera en algo duro y resistente, que es la aleación que se utiliza y no el hierro en sí, aunque se use el término de Edad de Hierro, realmente debería de llamarse Edad del Acero (si vamos, como en los comics de Conan El Bárbaro)
Con estos antecedentes, nos plantamos en alrededor del año 1.200 A.C. en Ugarit. Los arqueólogos que han escavado en la ciudad, hallaron en el horno del palacio real un lote de tablillas que se estaban cociendo. Entre éstas había una carta que pedía ayuda inmediata, ya que la ciudad estaba siendo atacada. La carta no pudo ser enviada, y el palacio y toda la ciudad fueron brutalmente saqueados. Su destrucción fue tan completa que ya no se reconstruyó jamás.
Ugarit contaba con un ejército, pequeño pero aguerrido, cuya estrella era el cuerpo de carros de combate, constituido por aristócratas, que estaba directamente bajo el mando del rey; los egipcios llamaban a estos guerreros maryannu, que significa “joven héroe”. Podían poner en pie de guerra unos 2.000 caballos, lo que era mucho para la época. Además, Ugarit contaba con una flota de 150 buques (aunque la ciudad carecía de puerto, era bastante habitual en la época que se usara algún abrigo costero cercano). En resumen: no eran Andorra bajo del punto de vista militar.
¿Qué ocurrió?, ¿Quiénes eran los invasores? El faraón egipcio mandó escribir estas frases sobre ellos:
“En el año 8 del reinado de Ramses III (….) los países extranjeros conspiraron en sus islas. De súbito se lanzaron al ataque. Ningún país pudo sostenerse frente a sus armas, desde los hititas hasta los asirios. Los ejércitos invasores se establecieron en la costa. Desolaron a su gente y su tierra fue como lo que nunca había sido (…). Aquellos que llegaron a mi frontera ya no existen (…). Aquellos que vinieron por mar (…) una empalizada de lanzas los rodeó en la playa (…). He hecho que los países se asusten incluso de pronunciar el nombre de Egipto.”
La verdad es que no fue tan fácil como lo pintan, Egipto tardó un par de generaciones en recuperar la estabilidad. El poderoso imperio egipcio apenas pudo hacer frente a estos invasores. La razón residía en el hecho de que estas bandas guerreras conocían el secreto del hierro y portaban armas de este metal, duras y resistentes, capaces de cortar con facilidad un escudo o una armadura de bronce, mientras que todos los pueblos a orillas del Mediterráneo, incluidos los egipcios, todavía utilizaban armas de bronce. Se trataba de tribus bárbaras de origen indoeuropeo conocidas históricamente con el nombre de “pueblos del mar”.
A esos pueblos conocedores del secreto del hierro/acero (más Conan) pasaron a la historia con el nombre que les impuso Egipto, Pueblos del Mar. Pero de dónde salen estos Pueblos del Mar, dónde habían estado escondidos hasta que irrumpen en la historia común de la humanidad.
Cuando el Imperio Hitita está en la cúspide de su poder, en Asia empieza a aparecer un nuevo poder, el Imperio Asirio, ambos imperios, como no podía ser de otra manera, chocan en la búsqueda de cobre para sus armas, que era obtenido por los hititas en el actual Kurdistán, minas que fueron arrebatadas por los asirios, por lo que los hititas volvieron sus ojos a la Isla de Chipre, lugar de influencia de las ciudades-estado de Grecia y rica en dicho mineral.
La conquista por parte de los hititas de la Isla de Chipre y el sur de Anatolia con la ayuda de sus aliados repartidos por la actual Turquía y Siria, causó que las ciudades micénicas entraran en un periodo de decadencia al ver limitadas sus expectativas de comercio.
Como respuesta, los micénicos empezaron a realizar ataques piratas sobre las flotas de barcos hititas y sus aliados. Posteriormente y gracias a sus victorias parciales, Grecia se atrevió con un plato mas grande: la conquista y destrucción de las ciudades aliadas y vasallos del Imperio Hitita asentadas en la costa del Mediterráneo, entre ellas Troya (lo de Helena, por muy buena que estuviera, siempre se ha sabido que era una simple excusa).
La combinación de ese ataque griego por el Oeste y la presión que mantenía sobre el Imperio Hitita por parte de los asirios por el Este, provocó el colapso de los hititas, su capital Hattusha fue completamente destruida y originó un cambio de poder en toda Asia; los hititas y sus aliados fueron desplazados de sus territorios y se convirtieron en nómadas. Pero dichos pueblos, antes de su caída, habían empezado a aprender a fundir el acero y en su huida se llevaron el conocimiento de la fundición del hierro con ellos. Convirtiéndose así en un grupo de desheredados peligrosos.
Y no tardaron en utilizar sus nuevos conocimientos, arrasaron la ciudad de Ugarit, y toda Siria, Líbano, Palestina (son los famosos filisteos de la Biblia, los de Goliat), llegando a Egipto, incluso cruzaron a la Grecia continental infligiendo un duro castigo al pueblo que ayudó a su caída, sin duda en un destino mas que curioso.
Con ello el poder establecido en el final de la Edad del Bronce (hacia el 1200 a.C.), con sus joyas, sus marfiles, sus comodidades y sus refinamientos, cayeron postradas ante las afiladas hojas de las espadas de hierro/acero, que iniciaron un nuevo capítulo en la historia del mundo.
Grecia tardó más de 400 años en recuperarse de lo sucedido, Troya no volvió a ser la que fue, Ugarit pasó al olvido, los hititas aunque 200 años después volvieron a fundar un nuevo imperio, careció del poder del anterior, Egipto abandonó sus territorios de Asia. Los Pueblos del Mar aunque vencedores al final, tuvieron que pagar el precio de abandonar sus lugares de origen para encontrar refugio.
Gracias Yoku, lo mejor es el título (que es lo único que no es mio) 😉
Jajajaja perdona que lo pusiera, pero no me pareció idóneo el de Edad del Bronce, porque cuentas cómo y por qué terminó. El momento de transición entre una edad y otra.
Es muy interesante, Carlos. Y te aseguro que estos temas son los que más tráfico tienen.
Gracias por colaborar 🙂 con esta calidad en mi humilde rincón.
Mooola 😉
Creía que era el título de un grupo heavy ochentero… Bronze & steeel, Metalmorfosis, Denim & Leather, Fire & Ice 😀 😀
Ahora en serio. No queda claro si el autor esi Darth (me pega por estilo literario) o Yoku haciendo un extracto de varios pergaminos que le haya entregado el señor Oscuro o qué. El caso es que resulta interesante recordar retazos de historia. Y es que tanto rollo del correr ralla (de rallar) un poco. O raya (de rayar) otro tanto.
Bah, al final me lío yo solítico.
A ver, el de las lentillas… ¿Qué es lo que pone lo primero del artículo?
Por Darth Vader.
Bien
¿Qué muñequito viene a continuación?
Un Darth Vader.
Bien.
¿Quién cojones ha escrito esto?
Por una ronda de gafas culo vaso, YA!!
Vamos a ver, ¿has copiado el estilo de un tal Octopus? grrrr
He malinterpretado el comentario de Darth 😦 culpa mía. Fíjate en la hora intempestivas de mi mensaje, es normal 😀 . He dicho que el estilo era de Darth, hasta ahora no había caído en que sólo habías retocado el título.
Dicho lo cual podría devolverte un par de apelativos que me guardo para otra ocasión por hacer sangre de un pobrecito miope. Bueno, conociéndome se me olvidará fijo. Pero esta te la guardo. Aunque se me olvide dónde. ¿Qué decía? Ya no lo recuerdo…
Cagüenelniquel…
Es que a Fran se le calienta la boca y luego le vienen con los platos fríos esos que le dejan K.O.
A mi me ha molao la entrada, me da igual que la hayan copiado del whiskypedia de lander.
bss
Vaya dos…
Me tenéis harto!
«El caso es que resulta interesante recordar retazos de historia. »
Joer Jesús, no te hacía tan mayor… Viejuno sí, pero tanto… 😛 😀
Interesante comprobar como el motor de todas las guerras, (incluso de aquellas en que se enarboló la religión como excusa), y de los grandes acontecimientos y cambios de era, al final resulta ser el económico.
Muy interesante y didáctico. 😉
PD. Whiskypedia, juas… 😀
Oye que tanto wikipedia me está empezando a mosquear, el texto salvo los datos de Ugarit son originales
Que a gusto te has quedado Darth.
Gracias por la historia y como siempre me descubro ante tu conocimiento enciclopédico.
Y gracias al dueño de este post por permitirlo.
Carlos, el motor de todas las guerras, (incluso de aquellas en que se enarboló la religión como excusa), y de los grandes acontecimientos y cambios de era, al final resulta ser el HOMBRE, no la economía. Pero no el ser humano sino el HOMBRE, masculino, al que las mujeres no deberían imitar en estas lides.
Yoku tio que te hemos hecho Jesus y yo.
Fascinante. Gracias, Darth, por la clase de Historia.
Me ha gustado particularmente el detalle de la carta de Ugarit pidiendo ayuda, que nunca llegó a enviarse. A veces vemos la historia desde tan lejos, que solo nos fijamos en los monumentos, los imperios, las batallas… y olvidamos que detrás de cada guerra ganada (o perdida) había seres humanos, con sus grandezas y sus miserias, gentes que trabajaban, que charlaban con los amigos, que reían, que lloraban, quizá alguno salía a correr un rato fuera de las murallas (locos ha habido siempre)…
Esa carta que no llegó a enviarse, y en la que nuestros ojos leen hoy toda la angustia de Ugarit, hace que me sienta extrañamente cercano a gentes que vivieron hace más de 3.000 años. Quizá no hemos cambiado tanto, y no sé si alegrarme o entristecerme. Debe ser que es lunes.
Y prefiero dejar que mi imaginación pinte a Helena de Troya como una mujer por la que cometer las mayores locuras. Seguro que, también en eso, hemos cambiado poco 😉
Estoy con Cabesc: el único responsable eterno de las matanzas es el hombre. Las mujeres no matan ni masacran (harán otras cosas malas, pero no letales).
Siempre ha sido así y como dice Pardillete, las personas que vivieron hace 3.000 años «pronaban» igual que nosotros.