En alguna ocasión he podido apuntar la idea que me viene rondando desde hace mucho tiempo:
Sólo yo existo, y todo lo que me rodea lo creo en el momento de verlo y de presenciarlo. Mientras yo no miro, no estáis. De hecho, no hay nada nunca porque lo único que existe soy yo.
Acabo de descubrir un argumento irrefutable.
Pensemos en un par de animales, macho y hembra y fértiles. Tienen 2 hijos. Estos a su vez, se unen a otros individuos y tienen otros 2 hijos (no son muy prolíficos). Ya tenemos 4; estos siguen la tradición familiar y vuelven a tener otros 2. Ya son ocho. Parece claro que en poco tiempo poblarán el planeta de retoños. Si tomamos el ejemplo humano, con 4 generaciones por siglo (abuelos, padres, hijos y nietos), nos resulta sencillo comprobar que con una población de Homo sapiens realmente muy reducida (una simple unidad tribal de muy pocos individuos) se pudiera extender la inmensa población humana que hemos conseguido 100.000 años después.
Esto es lo que nos dice el sentido común, las evidencias y el resultado empírico de críar moscas en laboratorio, por ejemplo: con unos cuantos individuos tenemos poblaciones inmensas en poco tiempo.
Yo afirmo rotundamente que esto es falso por completo y que se trata de una fantasía mía para haceros ver que existís y no os volváis locos.
Pensemos al revés.
1 niño nace a finales del siglo XX. Su familia ese siglo se compone de él mismo, 2 padres, 4 abuelos y 8 bisabuelos. Da lo mismo que estén vivos ya o hayan fallecido. Esos son sus antepasados ese siglo en el que ha nacido. No puede haber más, ni menos. Todos necesitamos un padre y una madre sin excepción.
Hagamos los cálculos para el siglo XIX, otras 4 generaciones:
16-32-64-128
Vale, a principios del siglo XIX tenía 128 personas que iban a gestar a sus antecesores. No es la suma total de antecesores, que hasta este momento sería de 240. Me refiero sólo a los progenitores que se necesitarían para que en dos siglos apareciera el pequeño humanito de finales del siglo XX.
Parece razonable. Lo malo y –terrorífico– aparece cuando continuamos haciendo los cálculos:
Siglo | Antepasados |
XX | 1 |
2 | |
4 | |
8 | |
XIX | 16 |
32 | |
64 | |
128 | |
XVIII | 256 |
512 | |
1.024 | |
2.048 | |
XVII | 4.096 |
8.192 | |
16.384 | |
32.768 | |
XVI | 65.536 |
131.072 | |
262.144 | |
524.288 | |
XV | 1.048.576 |
¡Qué interesante! Para cuando Colón llegó a América, un millón de las personas que habitaba el mundo era directamente antepasado del niño.
2.097.152 | |
4.194.304 | |
8.388.608 | |
XIV | 16.777.216 |
33.554.432 | |
67.108.864 | |
134.217.728 | |
XIII | 268.435.456 |
536.870.912 | |
1.073.741.824 | |
2.147.483.648 | |
XII | 4.294.967.296 |
¡Aún mejor! En la Edad Media, cuando la población moría por la peste y las guerras, cuando todavía las ciudades más grandes apenas eran poblacos infectos… la población directamente relacionada con nuestro chaval era de más de cuatro mil millones de personas. Algo empieza a oler a chamusquina. ¿No empiezas a temblar? ¿No notas cómo te haces translúcido y te deshaces en fotones? ¿Aún crees que existes?
8.589.934.592 | |
17.179.869.184 | |
34.359.738.368 | |
XI | 68.719.476.736 |
137.438.953.472 | |
274.877.906.944 | |
549.755.813.888 | |
X | 1.099.511.627.776 |
Sólo dos siglos antes, y la población era de más de un billón de personas, insito, sólo las relacionadas con nuestro humano del ejemplo. Habría que multiplicar por, mil millones, asumiendo que cada persona tiene 7 hermanos de media, cosa muy dudosa; asumir que la media de hermanos es 4 sería más realista; siendo la población actual de ochomil millones, tendríamos que multiplicar un billón por dos mil millones: no sé si eso da 2 cuatrillones, o algo similar.
Si seguimos buscando los padres y abuelos de esas personas, al llegar al año 1 (aviso a navegantes: no hay año cero; del año 1 después de Cristo, se pasa al año 1 antes de Cristo. Por cierto, Jesús nació sobre el 3 antes de Cristo. ¿Quéreis más pruebas de la chapuza que he hecho con la historia?) habría la impronunciable cifra de 75.557.863.725.914.300.000.000.
Pero parar en el año I de nuestra era es una risión. Los Homo sapiens llevan la ridícula cifra de 100.000 años existiendo. Habría que elevar esa cifra a 400.000 para obtener los padres que se necesitarían en el origen del sapiens. Pero es que eso no es nada si comparamos con los 3-5 millones de años de nuestra especie Homo. ¿Y qué es eso comparado con las líneas anteriores? Pongamos que hay vida en la Tierra desde hace 3.000 millones de años (cálculo muy conservador). Es cierto que al principio no había reproducción sexual. Dejemos los cálculos en 1.000 millones de años. Si en sólo 2 mil años la cifra supera el número de seres vivos que han habitado en el planeta… imagina en mil millones.
No hay antepasados. No hay historia. No hay pasado. Os creo constantemente y a cada instante. Es irrefutable.
Siento haber hecho tan mal este mundo en el que vagáis como fantasmas.
A ver si el siguiente me sale mejor.
Good gess 😉 Sin duda entretenido post, al que habría que hacer algunas matizaciones.
* La progresión no es aritmética pura. La estructura arbórea de la genealogía (una trama) truncaría mucho esos números (matrimonios entre primos, primos segundos…) debido al solapamiento de progenitores.
* Mezclas interesada (y divertidamente) pasado y futuro. Dices «¡Qué interesante! Para cuando Colón llegó a América, un millón de las personas que habitaba el mundo era directamente antepasado del niño.» No es habitaba, es habitaron. No son simultáneos.
* No entiendo cómo te has despistado tanto diciendo que un ridículo numerillo como 75.557.863.725.914.300.000.000 sea mayor que el número total de átomos del universo. Con un par de moles de hidrógeno en condiciones de laboratorio tendríamos de sobra. Me imagino que se te habrá resbalado la tecla…
* Por cierto, es verdad lo que dices sobre mi fecha de nacimiento… ha sido una chapuza tremenda. Además nací en primavera y no en Navidad. Pero no tiene mucho que ver con el resto del texto, ¿no?
Pero lo mejor es que te hayas inventado este mundo de m… para luego criticarlo en un ínfimo rincón de una inmensa red de ordenadores para que unos pocos elegidos (creados por tí) nos comamos la pera. Tronchante 😉 Ahora vas y me destruyes, Padre … :-D:-D:-D:-D 😛
Débiles argumentos, siento decir:
1. Es cierto que habría que excluir algunos casos de incesto; pero eso reduce poco significativamente los cálculos. Lo único que demostraría es por qué hay tanto tonto en el mundo (se decía cuando yo era pequeño que si los primos se casaban nacían hijos tontos).
2. Creo que no me he equivocado: Las cifras reflejan que a finales del siglo XV (1492) se necesitaría un millón de personas para dar paso a las siguientes generaciones. No es acumulativo desde ahora hasta el siglo XV, sino que sería la cifra necesaria para 1475 aproximadamente. Ese millón de personas sería contemporáneo de Colón. La cifra total de antepasados hasta ese punto sería, lógicamente, mayor.
3. Es posible que me faltara bajar otro milenio para alcanzar la cifra total de átomos. Pero no creo que mucho más. El número es 10 elevado a 78. Haz tú los cálculos y veremos en qué siglo (cercano) se alcanzaría la cifra.
4. Sí, contigo me he sobrado, hijo mío. (Y no, no tiene mucho que ver; era un divertimento añadido).
5. La autocrítica es fundamental para mejorar. El siguiente mundo lo haré sólo de tías. Verás tú qué bien me lo paso…
En ese caso, no te olvides de mí, oh mi creador … 😉
Mis argumentos son tan debiles como tus exposiciones, compañero. Tu, en una tirada larga, respiras muchísimos más átomos que ese numerito que cuentas (Avogadro no engaña)
En todo caso, chico, un curioso divertimento ese razonamiento inverso. Pero tengo falta de sueño y no pienso con claridad. Simplemente acudí, fiel, al reclamo de mi señor 😉
Vaaale, para ti el asunto de los átomos (¡qué picajoso!), pero eso no invalida el razonamiento. Sólo le quita un tinte de dramatismo. El número es suficientemente inquietante en dos mil años. Imagina en millones.
En cuanto a lo de premiarte en otro mundo…
Te concedo lo siguiente: tú serás el único hombre (bien dotado, fogoso, incansable, etc.) en un universo de mujeres.
Pero todas ellas son Amy Winehouse y tienen todas sus enfermedades.
¡Etto eh un infienno!
Jooooooder…. prefiero contar átomos 😉
Que sí, que valoro mucho tu capacidad de hacer divertimentos, tío, en serio 🙂 cuando se me pase el pseudo-globo que llevo (me acabo de tomar 3 Alhambras con su jamoncito y patés varios) ya te contestaré. O no, p’a tí la perra gorda. Al fin y al cabo somos todos tus critaturas 😉
Abrazos desde no se ya dónde…
Contesto en sentido inverso, de alante patrás.
Si perplejo me deja el baile de la dama de la última entradam, a la que no consigo verle más que un movimiento, más lo hace el que naide se haya dado cuenta del error de planteamiento, (sibilinamente deslizado por Yoku), de la aparente paradoja…
Pues no me queda mas remedio que decir que este razonamiento es totalmente falso , falsisimo.
es cierto que los incestos digamos entre hermanos primos primos segundos quitan un numero muy reducido de personas pero esta claro que si pensamos en familiares lejanisimos, lejos de llegar a la conclusion de que la tierra estaba superpoblada en la antiguedad , llegaremos a la conclusion de que todos de alguna manera somos familiares o que el numero de familias en el mundo es reducisimo, al estilo de esos pueblos en España donde la poblacion se reparte entre Garcias y Gonzalez.
la prueba es que en el siglo I antes o despues de Cristo el numero de habitantes de este planeta no se acerca ni al numero de Avogadro ni a nada que se le parezca , la poblacion española en el año 1 era aprox de 4 millones de personas.
Efectivamente.
Lo que demuestra esta chorrada mía es que, por mucho que nos pese y tratemos de matarnos unos a otros con medios cada vez más eficaces, somos todos hermanos.
Pero hermanos de verdad. Todos.
Claro que no … yoku estaba acumulando el número de antepasados y hace creer que son coetáneos (ya lo dije en mi primer post empanado) No me hacéis ná de caso :»( y quedo fatal
La prueba irrefutable que todos somos familia es que compartimos el genoma. Las pequeñas diferencias de adaptación nos han hecho cambiar en apariencia pero fundamentalmente todos somos lo mismo y venimos de lo mismo.
De Adán y Eva (sin ombligos) creados por un triángulo equilátero amarillo con un ojo en su incentro. Hala.