Si preguntas a cualquier corredor por qué corre, te soltará una interminable y predecible ristra de razones de este estilo: es un ejercicio aeróbico muy sano; adelgaza; es ideal para mantenerte fuerte; reduce el estrés, lo mejor para tu corazón… Incluso algunos llevarán la mentira más al límite y te hablarán de equilibrio emocional, de comunión con el entorno, estados alterados de conciencia, experiencias casi religiosas…
Paparruchas. Mentiras podridas.
A continuación listaremos algunas razones reales por las que los hombres corremos.
- Correr nos permite ser muy cerdos: admitámoslo, corriendo puedes escupir, sonarte los mocos sin pañuelo, echar los gargajos más gelatinosos del mundo y no pasa nada: estamos corriendo, se puede hacer. No sólo eso, sino que de repente te paras y te sacas la chorra junto a un arbusto ¡y meas!; lo que nunca podrías hacer vestido de Armani o Pedro del Hierro, o Zara (según tus posibles) queda perfectamente justificado porque estás corriendo. Que ya me dirás tú un gordo deshidratado corriendo a las dos de la tarde a pleno sol de verano el poco líquido que tendrá en el cuerpo… ¡pues mea! Y es que simplemente con decir que eres corredor puedes sacar la parte (gesto genital) más primitiva de ti sin que nadie te pueda decir nada.
- Correr despierta nuestro lado más femenino: sí, sí, femenino por no decir de locaza. Me explico. ¿A los tíos nos gusta la ropa? Nooo. Ya. Eso es lo que «tenemos» que decir. A ver, cuenta las camisetas técnicas que tienes en el cajón. Ah, que las tienes en varios cajones. ¿Lo ves? ¿Número de pares de zapatillas? Ostras, si tengo más que botines mi mujer. Pero no sólo es eso, es que corriendo puedes ir con una camiseta amarilla o rosa fosforito, una cinta en el pelo, unas zapatillas naranjas y unas mallas ajustadas marcando paquete y no eres maricón, es que estás corriendo. Que te encuentras con tus vecinos (manita blanda) por la escalera y te preguntan si vas a ir en una carroza en el desfile del día del orgullo gay y les respondes que no, que es que te vas a correr. Pues eso, pirata, grrrr. Pero ya no es que te puedas vestir de mamarracho, es que encima hablas de trapitos con tus compañeros. Tanto criticar a las mujeres y los corredores estamos todo el día que si el tejido de clima-cool, que si las medias ésas hasta las rodillas… marujeo total. ¿Y cuántas veces hemos dicho que las mujeres tardan horas y horas en las tiendas para no llevarse nada? A ver quién no se ha pasado la tarde hablando con el pavo de Bikila, probándose media tienda para no llevarse más que el dorsal de la Carrera Popular del Nabo…
- Correr justifica cualquier cosa: todo. Da igual lo que hagas o cómo te comportes. Eres corredor, así que… ¿Que no te apetece quedar con esos amigos pesados de tu mujer? Nada, tienes que descansar y acostarte pronto, que el domingo corres en no sé dónde y tienes que estar descansado, que vas a por marca… menuda marca. ¿Que tienes más manías que Jack Nicholson en la película ésa? Nada, son tus rutinas de corredor, para concentrarte y salir con el ritmo preciso. ¿Que no te gusta la comida de tu suegra? No pasa nada, la rechazas porque eleva tu índice glucémico y estás en semana de carga de hidratos. Que tu suegra te mira y te dice la pobre: ¿te hago una tortilla?
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Correr permite gastarnos montones de dinero en tecnología: en todo tipo de tecnología. Te compras reloj, cronógrafo, pulsómetro, podómetro, acelerómetro, alcoholímetro, mp3, mp4, cinta de correr, aparato de abdominales, elíptica, bicicleta de spinning, ventosas de ésas que te dan calambres… y todo eso sin haber empezado a correr ni un solo día por el parque. Que tu mujer te mira y te dice: «¿Pero tú has probado a correr sin todos esos cables? A lo mejor irías más rápido. Me recuerdas a mi tío Antonio cuando estaba en la UVI con todos los tubos conectados…». Y luego está lo del GPS, que tú me dirás para qué te sirve si siempre le das cuatro vueltas al parque del barrio, el de los toboganes y el columpio. ¿Te vas a perder y necesitas que tres satélites triangulen tu posición? (con voz electrónica) «Sí, aquí la NASA, el sujeto se encuentra tras la fuentecilla, en el seto de adelfas. Está meando». Pero vale, el GPS en la muñeca, pero es que luego te compras el del coche y tu mujer ya flipa. «Ah, es que si no no llego a tiempo a la salida de la media maratón de Villaorejones del Cenutrio». Porque eso sí, correr correremos poco, pero la de geografía que aprendemos.
Jajajaajajajajajajaja… ¡Ay, qué lagrimones!
Muy buena Fran, en la oficina me miran con cara extraña, jejeje (por los lagrimones y las carcagadas).
No me reia tanto desde hace mucho tiempo.
También se puede correr para huir de uno mismo, o para estar solo sin que que a nadie le parezca raro, para mentirse a uno mismo con el sentimiento infantil de que el tiempo no puede con nosotros, para bajarse los humos, para perder el hilo o para recuperarlo, para reencontrar alguna forma de silencio. Para llegar a ninguna parte.
Cuanta razón tienes. Los corredores nos pasaríamos horas mirando modelitos para salir elegantes y bien conjuntados (¿qué tal le queda el amarillo al tono de mi piel? en la próxima carrera. De cómo llegaremos mejor no hablar. Y ya hemos perdido la vergüenza, nos ponemos mallas, cintitas, medias y lo que haga falta…, es una fiesta de colorines y diseños, pero, me vais a perdorar, no sé por qué yo sigo fijándome en ellas, lncluso en plena carrera, la gracia con que se mueven, lo bien que les sienta la ropa deportiva.
Lo del gps me pilla, definitivamente, mayor. Sé de sobra lo que tardo en hacer según qué distancia. Más o menos. Como esos cacharros.
Y lo fundamental Fran, nos podemos quejar sin que nos llamen hipocondríacos.
Muy bueno
Jajajajajajja…..!!!!! Buenísimo Fran; te has superado tío 🙂 🙂
Mándaselo a Pablo Motos que lo sacan en el Club de la Comedia fijo 😉
Un abrazo
Paco L
ERES UN GENIO.
Ahora ya se cual es tu trabajo ideal…
GUIONISTA DEL CLUB DE LACOMEDIA.
Gracias Yoku, ahora al que le ha venido bien ha sido a mi.
Y lo peor de todo es que aunque no corras sigues comportandote igual.
Gracias por vuestros comentarios. Pero no es para tanto. Por cierto, una vez hice una prueba como guionista para «Siete Vidas»: me rechazaron porque tenía 40 años; eso sí, uno de mis «gags» apareció muy muy parecido unos capítulos después.
Hey, Javi, tengo unas ganas tremendas de que vuelvas a correr. ¿Sabes por qué? Porque estarás tan paquete paquetón que te podré liebrear.
Jeje.
Enormeee Fran,en estos momentos estamos Marta y yo llorando de risa,el que hayas abierto este blog es una de las mejores cosas que me ha pasado ultimamente,GRACIAS.
Hey, Pedro, yo sí que tengo darte las gracias por liebrearme a un ritmo tan perfecto toda la carrera, por darme conversación, por engañarme tan (poco) sutilmente cuando me veías flojear…
Lo que no sé es cómo te puedo devolver el favor, porque lo que está claro es que no te podré liebrear nunca a ti.
Quizás a Marta, alguna vez que le «apetezca mucho correr algún diez mil»…
jeje, todavía me parto… qué soltura tenéis ante las cámaras.
Genial, Yoku.
Con tu permiso, ,lo reproduciré mañana viernes en nuestro blog. He dejado un link a tu página para que todos los compañeros puedan disfrutar de ella.
Repito, genial
Gracias, Joaquín, y no pidas permiso para nada. Aquí todo está para todos.
yoku,
sencillamente genial, que bueno que bueno, no hay nada como tomar distancia y reirse de uno mismo, bueno, luego apretar un poco y recuperar la distancia, vaya a ser que…
se lo paso a mi santa que está currando,
a ver si organizamos algo para que caigan los 45´,
blus
Hey, Juan Antonio:
Reírse de uno mismo es sanísimo (y dicen que señal inequívoca de inteligencia).
En cuanto a lo de ese sub45, en cuanto nos lo propongamos, saldrá solito. Yo no me quiero obsesionar. Llegará cuando me lo merezca.
¿Vienes a Getafe? Si es así, nos conoceremos en persona.
Saluditos!
Chapeau !!!! y solo espero que sea la peimera parte.
salud
¡Oño, mira con lo que sale éste ahora!
Si esto es ya más viejo que el padre de Yoda.
Gracias por leerlo, Paco bcn 🙂
Muy bueno Yoku. Si no te parece mal repoduzco tu post en el blog del club para ver si mis compañeros también se ven identificados (me temo que si).
Enhorabuena por el blogg-
Saludos
El meu és teu, nen.
En su momento no te deje comentario porque no eras famoso, pero ahora no puedo resistirme.
El amigo Sanabria también me publico a mí alguna cosita. Es un tio majo
La verdad es que esta chulo…
Un abrazo crack.
Se me pasó que habías aparecido en una revista, Lander. ¿Me pones el enlace? En tu blog hay muchas reflexiones que deberían aparecer en esas revistas, porque son grandes verdades que los corredores populares olvidan muy a menudo.
>> ¿Que tienes más manías que Jack Nicholson en la película ésa?
Mejor imposible.
Muy bueno, Yoku.
Es verdad que muchas de estas cosas aplican más a corredores del final del pelotón que a los que váis en cabeza. Pero en lo de las manías… creo que ahí no se hace distinción 😉
Genial, y es que es una de las cosas mejores para poder apartarse de la opresión del día a día.
Por unos minutos uno es (casi) libre =)
Para qué corremos?.Yo corro desde pequeño para escapar de mi madre.Desde entonces no he parado.Un día viajando por Etiopía vi que los chavales corrían como gacelas(de Thomsom) cuando veían a las jirafas hacer lo mismo, había que poner tierra de por medio;motivos muchos para no parar ni parar a pensar.Corremos para dejar cosas atrás,incluso al tiempo(algo imposible).Todos los que hacen deporte visten raro: ciclistas con culotes y colorines ; montañeros de colores y refuerzos en el culo que nunca supe para qué(pues si te caes siempre vas de culo); chandaleros que parecen yonquis corriendo a pasos cortitos en busca de una raya.Se corre por gusto,de gusto y para gustar.